Mary Burns
7 de julio de 2014
[Extraído y traducido de http://www.globalpartnership.org/blog/viewing-teachers-learners%5D
Desde las últimas décadas nuestro entendimiento de cómo aprende la gente ―y cómo diseñar ambientes y experiencias que maximicen ese aprendizaje― ha sido transformado. Este nuevo entendimiento ha tenido implicaciones para el aprendizaje en muchas partes del globo. Maestros, administradores y autoridades de educación han recalibrado sus ideas, actitudes y prácticas atendiendo el aprendizaje del estudiante.
En muchas (aunque no todas) partes del globo, los programas de educación para maestros antes de entrar en servicio activo, hacen hincapié en metodologías centradas en el estudiante. Los ministerios de educación han modificado la instrucción, currículo y evaluación para atender los varios estilos de aprendizaje de los estudiantes de su nación. Los maestros se han convertido a sí mismos de microadministradores o capataces del aula, en facilitadores del aprendizaje de los estudiantes, guiandolos hacia el pensamiento de alta complejidad. El generalizado sentimiento profesional en el mundo es uno sensible y acogedor hacia todas las necesidades intelectuales, afectivas y de desarrollo de todas las personas. Esto no puede ser plenamente desarrollado en la práctica, pero es al menos un “ethos”. Éste sentimiento puede no ser universal, pero es frecuente. Incluso en los países más pobres, los ministros de educación discursan diciendo que el aprendizaje debe ser centrado en el estudiante o niño, aunque no siempre actúen en consecuencia.
LOS MAESTROS TAMBIÉN SON APRENDICES
En contraste con los estudiantes, el reconocimiento de cómo los estudiantes aprenden y las adecuaciones necesarias para facilitar tal aprendizaje, no se han extendido al aprendizaje de los maestros. En contraste con las oportunidades de aprendizaje que son centradas en el estudiante, las oportunidades de aprendizaje para los maestros continúan en gran medida “no-centradas en el maestro” ―y esto en cualquier lugar del mundo―. Además, estas oportunidades de aprendizaje para el maestro se ejecutan incorporando, no las mejores prácticas en el aprendizaje adulto o el desarrollo profesional, sino prácticas habituales, y en muchos casos, malas prácticas educativas.
Esta pérdida de reconocimiento de que los maestros, al igual que los estudiantes, son también aprendices, representa para mí el más grande impedimento para mejorar el desarrollo profesional de los maestros, especialmente en los países más pobres. El hábito da forma al diseño de programas y la asignación de recursos. Por lo que veo, no estamos viendo a los maestros, como lo hacemos con los estudiantes, como aprendices ―y en los lugares más pobres y más frágiles―, no estamos viendo realmente a los maestros como personas que aprenden. Sin embargo, si queremos mejorar el desarrollo profesional para los maestros de cualquier lugar, adoptar una nueva psicología es un imperativo. Debemos comenzar por reconocer que los maestros, como los estudiantes, son aprendices que necesitan la misma instrucción de calidad que damos a los estudiantes y proveer a los maestros con oportunidades de aprendizaje que sean centradas en el maestro.
DESARROLLO PROFESIONAL CENTRADO EN EL MAESTRO
El Desarrollo Profesional Centrado en el Maestro (DPCM) es el complemento natural de la instrucción centrada en el estudiante, y está fundada en la investigación sobre el desarrollo profesional efectivo y el aprendizaje adulto. Abajo están algunas de las características del desarrollo profesional centrado en el maestro:
- El DPCM reconoce que los maestros, como los estudiantes, son únicos en cómo ellos aprenden, así esto ayuda a proveer a los maestros con el aprendizaje de alta calidad que los estudiantes reciben
El aprendizaje de los maestro, como el aprendizaje de los estudiantes, “trabaja” cuando se enfoca en las necesidades de los maestros como aprendices, cuando está conectado al trabajo del maestro, cuando es coherente ―con los tiempos de planificación, práctica y revisión― cuando incluye apoyo y soporte de una persona entrenada; y cuando es diferenciado y activo (Garet, et al. 2001).
El desarrollo profesional centrado en el estudiante ofrece al maestro una variedad de opciones de desarrollo profesional (talleres, observaciones de clases y retroalimentación, grupos de estudio, y asistencia en clase); formatos (cursos online, tiempo de colaboración con colegas, talleres); actividades (actividades participativas, lecturas, planificación de lecciones, discusiones, etc.); proveedores (grupos grandes, grupos pequeños, aprendizaje individual y autodirigido) además, tanto como sea posible, las oportunidades para el aprendizaje de los maestros están diferenciadas de acuerdo a las necesidades de los maestros, estilos de aprendizaje y responsabilidades personales.
- El DPCM reconoce que la instrucción para maestros, como para los estudiantes, debe comenzar por dónde está el maestro, y orientar las intervenciones a esa realidad.
Años atrás, colegas del SEDL[i] y yo nos embarcamos en un programa de desarrollo profesional para ayudar a los maestros a integrar computadoras para apoyar el aprendizaje centrado en el estudiante. Las autoridades del distrito enfatizaron un enfoque de capacitación técnica ―el argumento fue que las habilidades tecnológicas podrían conducir a un gran uso de las tecnologías en el aula―. Este enfoque se había probado antes sin éxito, y a causa de los bajos índices de implementación, los maestros estaban desconfiados y “resistentes”. Se nos pidió “construir un mejor entrenamiento”.
Entrevistas con los maestros revelaron que ellos estaban reticentes al uso de la tecnología ―pero porque solamente tenían 1 a 4 computadoras para los 30 estudiantes en sus aulas―. Previos programas de desarrollo nunca enfocaron la administración del aula. Los maestros estaban preocupados de que agrupar a los estudiantes, junto con la ausencia de una proporción estudiante-computadora perfecta, pudiera resultar en caos dentro del aula. Esta “resistencia” proviene de un buen lugar ―ellos temían que la tecnología pudiera realmente comprometer el aprendizaje de los estudiantes― pero nadie les preguntó. Como resultado de esas conversaciones, enfocamos cada sesión del primer año de desarrollo profesional en cómo administrar el limitado número de computadoras en el aula, y en ayudar a los docentes a entender, no cómo usar la tecnología, sino más bien cómo diseñar y administrar diferentes prácticas educativas. Para el final de ese año, el uso de tecnología en el aula se triplicó. El objetivo del distrito se logró porque comenzamos con las preocupaciones de los maestros en lugar de comenzar por despedirlos (Burns & Dimock, 2007).
- El DPCM reconoce que los maestros, como sus estudiantes, necesitan soporte permanente para implementar e internalizar lo que están aprendiendo
Los programas de desarrollo profesional más exitosos apoyan a los maestros a que ellos puedan transferir el aprendizaje “desde su formación a el aula”. En Indonesia, donde como parte de un proyecto de EDC[ii] muchos años atrás, proveímos a los maestros con entrenamiento continuo, 98% de los maestros implementaron al menos una vez una actividad de una computadora por alumno. Para los maestros en el sur de India que recibieron soporte continuo (como parte de un programa profesional de desarrollo profesional de EDC), sus índices de implementación y el cambio en sus ideas fue mucho más elevado que para sus colegas en otras regiones donde los maestros recibieron soporte episódico.
- El DPCM reconoce que el aprendizaje de los maestros, como el aprendizaje de los estudiantes, debe moverse a lo largo de una progresión de pensamiento de cada vez más alto nivel
Algunos años atrás, como instructora, Yo lideré un grupo de estudio de maestros enfocado sobre el mejoramiento de la redacción de los estudiantes. Con el tiempo, como nosotros interactuamos en el proceso de redacción, el entendimiento de los maestros sobre el proceso de redacción se profundizó, moviéndose de la idea simple de que la redacción es algo prescrito y cimentado en la mecánica y la gramática, hacia la conciencia de que la redacción debe nutrirse y envolver habilidades difíciles de enseñar como la expresión y la fluidez. Al redactar ellos mismos, muchos maestros descubrieron que, como los estudiantes, no les gusta escribir y no son particularmente buenos para eso. Esta reflexión sobre la redacción, fundada en convertir a los mismos maestros en escritores, tuvo como resultado una gran empatía para apoyar a los estudiantes, un gran entendimiento de las complejidades que envuelve la buena escritura, y subsecuentemente la re-evaluación y revisión de muchas tareas de redacción que daban a los estudiantes.
- El DPCM reconoce que los maestros, como sus estudiantes, aprenden mejor como parte de una comunidad
La más poderosa oportunidad para el aprendizaje ocurre cuando los maestros forman comunidades en las que ellos colaboran, comparten conocimiento y se apoyan unos a otros en la implementación de sus nuevos aprendizajes. Una perspectiva de Desarrollo Profesional Centrada en el Maestro combina el tiempo suficiente, una estructura colaborativa y el ímpetu necesario para ayudar a los maestros a moverse a través de etapas en el desarrollo comunitario ―Desde comunidades de interés donde los maestros primero se conectan unos con otros por medio de un interés profesional compartido, a comunidades de aprendizaje donde los maestros discuten prácticas educativas o analizan su trabajo, hasta llegar a la etapa final de una comunidad de práctica en que los maestros planifican juntos, enseñan juntos y trabajan juntos (Burns & Dimock, 2007; Burns, 2011: 192-193).
CONCLUSIÓN
Estamos muy conscientes de las estructuras y estrategias que mejor apoyan el aprendizaje de los estudiantes. Nosotros necesitamos poner la misma voluntad y compromiso para aplicar las mismas (conocidas) estructuras y estrategias para apoyar el aprendizaje de los maestros. El concepto de «Desarrollo Profesional Centrado en el Maestro» es un primer paso en el desarrollo de un marco conceptual común en torno al cual los donantes y los proveedores de educación internacionales pueden confluir. Dicho marco es también una advertencia implícita de que el desarrollo profesional de los maestros de alta calidad es intensivo en tiempo, mano de obra y recursos, ―una realidad que puede impulsar a los tomadores de decisiones a mantener el estatus quo de desarrollo profesional en favor del ahorro de costes―. Pero el desperdicio causado por no hacer posible un desarrollo profesional adecuado ―la pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo, y la creencia de muchos maestros y encargados de formular políticas de que el desarrollo profesional ofrece poca relevancia y utilidad― puede ser una decisión mucho más costoso.
References
Burns, M. (2012). Technology, teaching and learning: Research, experience and global lessons learned. Retrieved from http://tinyurl.com/ldfqsya or http://www.mehe.gov.lb/Uploads/file/TTLA.pdf
Burns, M. (2011). Distance education for teacher training: Modes, models and methods. Retrieved from http://go.edc.org/07xd
Burns, M. & Dimock, K.V. (2007). Technology as a catalyst for school community: Beyond boxes and bandwidth. Lanham, MD: Rowman & Littlefield Press.
Garet, M. S., Porter, A. C., Desimone, L., Beirman, B. F., & Yoon, K. S. (2001). What makes professional development effective? Results from a national sample of teachers. American Educational Research Journal, 38 (4), 915-945.
[i] SEDL es una organización no gubernamental de investigación, desarrollo y diseminación educativa.
[ii]EDC es una organización no gubernamental que diseña, ejecuta y evalúa programas de innovación dirigidos a algunos de los más urgentes desafíos en educación, salud y desarrollo económico.